lunes, 27 de mayo de 2013

Teorías científicas acerca del poblamiento de América

Teoría del origen único

La teoría del origen único también conocida como teoría inmigracionista o teoría monorracial, es la explicación que dio el antropologo Aleš Hrdlička en 1937 en su libro ''The question of acient man in America'' (La cuestión del hombre antiguo en América). De acuerdo a este, las razas humanas tienen un origen en común  La raza asiática.
Esta teoría esta basada en pruebas que pueden agruparse en tres:

  • PRUEBAS CIENTÍFICAS  La proximidad entre América y Asia, que en la parte del estrecho de Bering no rebasa los 90 km y también la glaciación de Wisconsin que permitió el paso entre ambos continentes.
  • PRUEBAS ANTROPOLÓGICAS  Existen características físicas que comparten la raza mongólica y algunas razas indígenas  como el cabello negro, lacio y fuerte, los pómulos prominentes y anchos, la escasez de la barba, la estatura de mediana a pequeña, los ojos rasgados y lo que se conoce como mancha mongólica (coloración congénita).
  • PRUEBAS LINGÜÍSTICAS: Se sostuvo que las lenguas indígenas como las asiáticas eran aglutinantes (palabras formadas al sumar afijos a la raíz) y polisintético (palabras que se conforman con varios morfemas).

Con el tiempo aparecieron argumentos que desmentían dichas afirmaciones y surgió la teoría múltiple.

Teoría del origen múltiple

Paul Rivet, etnólogo francés, propuso una teoría que defiende el hecho de que América de sur se pobló gracias a una ola migratoria proveniente de Asia, Australia y las islas de la Polinesia y Melanesia, en el Océano Pacifico. Su teoría se basa en la observación de las costumbres de los jíbaros de la selva amazónica.
Rivet estaba de acuerdo con la teoría del origen único pero estaba seguro de que por lo menos 5 mil años
 antes de que los asiáticos llegaran, ya había en América pobladores provenientes de Melanesia y la Polinesia. En su obra ''Les origenes  del 'Homme Americain'' publicada en 1934 presento sus argumentos. Afirmaba que ambos pobladores originales compartían rasgos similares como costumbres y rituales, objetos de la vida diaria, semejanza en algunos vocablos y características físicas como el tipo de sangre.